La asimetría, los bordes, el color y el diámetro, son claves para evaluarlos y aparecen en la piel de cualquier parte del cuerpo incluso en los labios.
Aquellas personas con muchos lunares, el riesgo de contraer enfermedades relacionados con el sol, como el cáncer de piel, es mayor.
Los lunares cuando aparecen, generalmente se asemejan a las pecas antes de los veinte años. Con el tiempo van aumentado de tamaño, se cubren de pelos y sobresalen de la superficie de la piel. Por eso, es importante tomar medidas de prevención para evitar el desarrollo de una enfermedad.
Lo ideal es realizar un examen minucioso mensualmente para conocer sus lesiones y tener en cuenta si existen mínimos cambios en ellas o si hay algún lunar nuevo.
Si observa que los lunares tienen un crecimiento muy rápido, cambian su aspecto, sangran, duelen o pican, es imprescindible la consulta al dermatólogo para que evalúe la lesión